19 de octubre de 2016

SUDAFRICA: RESERVA DE FAUNA DE ENTABENI



Paco Garcia uno de nuestros viajeros, tuvo la suerte de cruzarse con el leopardo camino de su habitación

Acabamos de regresar de una nueva expedición en busca de los cinco grandes de Sudafrica. Hemos marchado esta vez a las tierras del norte, cerca de la frontera con Zimbawe en la provincia de Limpopo. A unas 3 horas de conducción desde el aeropuerto internacional de Johanesburgo nos encontramos con la Reserva de Fauna de Entabeni. Entabeni, "el lugar de la montaña" en afrikaans, en  un paraíso verde y un biotopo excepcional para la observación de fauna salvaje y para buscar los cinco grandes mamíferos. 13  mil hectáreas de sabana, bush y media montaña con riachuelos de agua, un gran lago y cascadas que caen de las medias montañas que lo circundan, en la provincia de Limpopo, al norte de la capital sudafricana.

Las planicies de Entabeni y la mítica roca africana

En Sudafrica existen decenas de reservas privadas donde es posible disfrutar de la naturaleza de una forma más exclusiva que en los transitados parques nacionales. Recorrerlas siempre es un ejercicio de solitud ya que pocas veces nos encontramos con otros vehículos. Aquí en Entabeni, ese circular solitario se agradece doblemente ya que a diferencia de otras reservas tienes varios ecosistemas diferentes y el tránsito de uno al otro por unos estrechos barrancos poblados de animales  lo convierte en una real aventura.

En la reserva hay cinco hoteles, cuatro exclusivos y pequeños y uno de ellos, el Legend, un gran hotel con campo de golf con uno de los recorridos más salvajes del país y que visitan hasta estrellas de Holliwood cada año. Pero no hemos venido aquí a jugar al golf, hemos venido a ver fauna, Y este es bastante completa con familias de rinocerontes blancos, rinocerontes negros, búfalos, manada de ñús y otros antílopes diferentes, jirafas, varias familias de elefantes y dos familia de leones. En la noche suelen ver los leopardos como el que acompaña este post. También de avifauna se pueden observar más de 350 especies diferentes incluyendo la avestruz africana.

Unos 20 ejemplares de rino negro y blanco viven en la reserva

Al levantarnos de madrugada, vimos la luna llena reflejada en el lago, escuchamos el ulular de un buho que luego pudimos fotografiar y sentimos la escalofriante risa de la hiena rallada en la noche.Cuando comenzamos a caminar por el sur de la reserva agradecimos que viniera el día y luego delante de un enorme macho de león albino que se encuentra dentro de la reserva nos dimos cuenta de la inmensidad de este lugar.


9 de octubre de 2016

FAUNA: LA BALLENA FRANCA AUSTRAL

Andamos estos días por Sudafrica en una expedición de fauna salvaje y naturaleza y la primera parada al llegar a Ciudad del Cabo, siendo todavía Octubre, era acercarnos a la bahía de Hermanus para intentar captar con  nuestra cámara a la Ballena Franca Austral (Eubalaena australis) un cetáceo misticeto de la familia Balaenidae propia del Hemisferio Sur y que viene a estas latitudes a dar a luz y alimentarse en estas aguas oscuras y frías pero llenas de vida y sobretodo, comida.

Y el objetivo se cumplió y compartimos más de una hora con un par de madres con su ballenatos, menos ejemplares que en Agosto, pero todavía quedan ejemplares en la zona. La Ballena Franca Austral promedia entre 13 a 15 metros para el macho y alrededor de los 16 metros para la hembra. Las crías nacen con 3 a 5 metros, desde el hocico a la cola. Su peso oscila las 40 toneladas (peso adulto). Estas mamas se paraban cada 10 minutos a dar de amamantar a sus crías.

Lo más curioso de este mamífero marinos son las callosidades, que son áreas de piel elevadas de más de 5 cm de grosor aproximadamente, de consistencia córnea, situadas en distintas partes de la cabeza. La distribución, dimensión y forma de los callos varían de una ballena a otra pero no cambian con el crecimiento. Funcionando como huellas dactilares, identifican a cada animal durante toda la vida. Estas callosidades, desarrolladas en la etapa fetal se llenan de pequeños crustáceos anfípodos llamados ciámidos (piojos de las ballenas) y en algunas ocasiones se intercalan con cirrípedos que hacen que las callosidades luzcan blancas, amarillas, anaranjadas o rosa claro. . El callo de mayor importancia por su tamaño es el "bonete", ubicado en la punta del hocico que es el que normalmente se suele quedan fuera del agua y nos permite sacar estas fotos.La cría levanta la cabeza junto a su madres y también queda retratada. De vez en cuando la mama se acuesta para que el pequeño ballenato pueda mamar tranquilamente.

Argentina, que es uno de los lugares de cría, declaró en 1984  monumento natural  a las ballenas francas que se visualicen en sus aguas jurisdiccionales Tal decisión se fundamenta en la imperiosa necesidad de otorgarle la debida protección a esta especie animal que se reproduce y amamanta a sus crías en aguas australes.Un ejemplo que Uruguay, Australia, Gran Bretaña ( en las islas británicas de Tristan de Acuña también se reunen) y Nueva Zelanda deberían tomar ejemplo ya que solo quedan 8.000 ejemplares nadando en nuestros mares.

Os he dejado más fotos en este enlace.