El Desmán de los Pirineos (Galemys pirenaicus), el mejor
"bioindicador" de la salud de un río, si no nos espabilamos, desaparecerá
de nuestra geografía y habremos perdido una nueva batalla en la conservación. El
desmán es como la bandera azul de las playas, pero en los ríos de montaña y en sólo dos décadas se ha perdido el 68 por
ciento de su área de distribución en la península.
Las tres principales amenazas a las que se enfrenta: el
abuso en la detracción de agua, sobre todo en los meses de verano, cuando los
ríos llevan menos caudal; la existencia de numerosas barreras físicas (antiguas
presas, azudes y canales) y químicas (contaminación); y la expansión
incontrolada del visón americano (Viso viso), una especie invasora que ha
extinguido todas las poblaciones del sistema central.
La conservación de este pequeño mamífero ha suscitado el
interés de varias administraciones y la puesta en marcha de dos proyectos
europeos Life+, en los que participan el Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad y las comunidades de
Galicia, Castilla y León y Extremadura.
Uno de los proyectos Life que financia la UE es
"Desmania", y su coordinador, Roberto Rubio, ha señalado a EFE que el
mamífero se encuentra en una situación "de olvido" y que su
conservación requiere acciones "urgentes", y ha valorado en ese
sentido la implicación de numerosas administraciones públicas en proyectos
orientados a invertir la tendencia regresiva del desmán y a dar a conocer su
situación crítica.
El Desmán habita en el Pirineo, la subespecie pyrenaicus, tanto
en Francia como en España y también en algunas cuencas de los ríos del sistema
central, incluida Portugal la subespecie rufulus, se alimenta de larvas que son
muy sensibles a la contaminación de los ríos y es por ello que es muy vulnerable para la
conservación. Su aspecto, parecido a una rata con trompeta, es posible que no
le haga muy amable y por eso no muchas entidades conservacionistas estén por la
labor de defenderlo como pasa con otros animales ibéricos como el lobo o el
lince. Desde Wildlife Spain y Ecowildlife nos sumamos a esa nueva causa de la
fauna ibérica.