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24 de agosto de 2011

SAFARI PARQUE NATURAL SIERRA DE ANDUJAR (y II). JAEN

Después de nuestro visita de ayer a la zona del Encinarejo donde pudimos observar variada fauna pero donde el lince no apareció, hoy nos dirijimos hacia el Embalse de la Jandula, que es donde se suelen apostar más naturalistas y fotógrafos y donde más posibilidades de ver el lince se tienen. Dicen que la mejor época y cuando más se mueven los animales, es en septiembre y octubre con la berrea del ciervo y en diciembre y enero con el celo de los felinos. Pero bueno, es Agosto y yo no pierdo la esperanza.

Condujimos por una carretera estrecha todavía de noche y lo primero que descubrimos en la carretera es al curisoso y huidizo chotacabras gris o europeo (Caprimulgus europaeus), un ave nocturna que le gusta apostarse en los caminos y carreteras y que se alimenta de insectos que caza al vuelo. Se va clareando el día cuando llegamos al final de la zona asfaltada en la zona conocida como los Escoriales, una zona ganadera de toros bravos. Existen aquí dos caminos, debemos coger el que nos lleva hasta el Embalse de la Jandula. Pronto comienzan a aparecer familias de gamos (Dama dama) y de ciervos (Cervus elaphus). Vemos machos jóvenes que se van juntando, en breve llegará el momento de la berrea donde deberán cruzar sus fuerzas con los más fuertes. Junto a ellos vemos tamben rabilargos (Cyanopica cyanus) que se movilizan en bandos.

Unos dos kilómetros antes de llegar al embalse, veremos una cancela a la derecha que inicia una zona protegida donde se suelen soltar los linces que vienen de cautividad. Una zona de lomas suaves, cruzada por una arroyuelo que hoy lleva un tímido hilo de agua. Dicen que la curiosidad mato al gato, pero esta vez me dio un alegría. Lo que tenía que ser una simple parada técnica se convirtió en un encuentro, fugaz, pero encuentro con el lince ( linx pardinus). Al bajar del coche lo he asustado y se ha metido en el arroyo, un macho pardo precioso, he acertado a verle la cara cuando me miraba y la espalda al girarse. La hora siguiente la paso en aguardo, pero ya no vuelve. De todas formas ha sido un encuentro increible y emocionante que casi me hace saltar el corazón. Es mi segundo avistamiento en 47 años. No es para menos.

Me aposto de nuevo más adelante, a un kilómetro de aqui. Los abejarucos ( Merops apiaster) estan muy activos y las abubillas ( Upupa epops) tambien, sobre una rama logro "cazar" un alcaudón ( Lanius senator), un auténtica mini rapaz que es capaz de cazar lagartos y ratones. Curioso animal. Si seguimos más adelante, llegaremos a la zona de Las Lanchas y al pantano, pero me apostaré aqui ya que tengo buenas vibraciones. En el cielo comienzan a levantarse los buitres y con los prismáticos distingo conejos (Orictolagus cuniculus). Veo movimiento a unos mil metros, se mueven los matorrales en una vaguada ¡¡¡¡¡eureka¡¡¡¡ un mama  lince y dos cachorros se mueven ligeros en busca del barranco y su frescura. Un encuentro impresionante, lejos, lejísimo pero certero. Que gran día de avistamiento. Corro cargado al final del barranco por si los veo salir. Es inutil, el calor los debe haber dejado retenidos en alguna sombra. No importa hoy he visto cuatro ejemplares de lince ibérico y eso, para una población de escasos 270 ejemplares en el mundo, es mucho. La foto es prestada ya que no iba preparado para tan larga distancia.

Hay dos lugares para alojarse que yo recomiendo, uno es Villa Matilde, una casona de campo sencilla pero amable con piscina, que es de agradecer y donde la naturaleza, la cocina vegetariana y el buen trato de sus dueños, son las estrellas y el otro, es el complejo de Los Pinos. Merece este la pena no solo por el alojamiento, sino por las gastronomía, las croquetas son increibles y los platos de caza muy recurridos. Ambos en la entrada misma del Parque Natural de la Sierra de Andujar.

22 de agosto de 2011

SAFARI PARQUE NATURAL SIERRA DE ANDUJAR (I)

Está la luna todavía alta, muy alta pero redonda y llena, cuando paro el coche en el Mirador del Peregrino. He venido tan pronto para escuchar los sonidos de la madrugada y con la enorme ilusión de ver algún lince en estas horas tempranas cruzando por los caminos del Parque Natural de la Sierra de Andujar.  Sentado sobre el mirador veo cae alguna estrella fugaz y de lejos, hoy, lo único que escucho es el canto de los gallos, pero ha merecido la pena madrugar, la paz y solitud del lugar son muy agradables.

Este parque es probablemente uno de los mejores conservados de Andalucía, son bosques de robles, de encinas y quejigos y sobre todo de alcornoques. Alcornocales que ven sestear a sus pies a ejemplares impresionates de toro bravos y que vieron, no hace más de un siglo, el tránsito de bandoleros por sus caminos. Existen en el parque 49 especies de mamíferos entre las que destacanael Lince ( Linx pardina), el lobo (Canis Lupus) o el ciervo (cervus elaphus)  y se llegan a contabilizar 178 especies diferentes de aves con el Aguila Imperial ( Aquila heliaca adalberti) o el buitre negro ( Aegypius monachus) como grandes señores del aire. Del lince se han contabilizado 176 individuos en estas sierras béticas, la mayor colonia del mundo

Existen una buena variedad de senderos para caminar el bosque, pero esta vez mi visita es corta y me limitaré a hacer diferentes caminos para tener la posibilidad de acercarme al lince. Bajo la carretera general hacia el Santuario de la Virgen de la Oliva,  que me han dicho que en la zona recreativa del Humilladero se suelen ver animales. Ya comienza a clarear el día cuando de repente, sobre una loma, la sombra de un ciervo dibuja sobre el cielo una silueta perfecta. Clika la cámara, ya la tengo.

Apostado sobre una loma y con los prismáticos clavados en las cuencas, intento adivinar el lugar de paso de los linces. No estoy teniendo suerte con ellos pero a cambio, los abejarucos ( Merops Apiaster), las abubillas (Upupa epops) y un par de oropéndolas (Oriolus oriolus) me dan la bienvenida. El Sol se levanta y comienza a calentar cuando una familia de gamos  (Dama dama) huye a lo lejos.

Comienzo a desmontar mi observatorio para regresar cuando veo en el cielo varias figuras que ascienden con las térmicas: tres buitres leonados (Gyps Fulvus) ascienden acompañados de ¡¡¡ dos aguilas imperiales!!!, estan muy altas pero solo el hecho de verlas, ya es merecido premio para esta primera incursión al ecosistema del parque natural.

Esta tarde más.

1 de agosto de 2011

SAFARIS PARQUES NACIONALES ( y VI) PARQUE NACIONAL DOÑANA. ANDALUCÍA

Quizás el lugar que me apetecía para acabar esta primera entrega de PARQUES NACIONALES es el lugar donde me encuentro estos días, el Parque Nacional de Doñana, un inmenso paraíso y faunístico en el sur de Europa y una joya para la conservación de la vida salvaje en España.

En los enlaces anteriores podéis encontrar información sobre el parque, para no repetirme, aquí solo os detallaré la complexidad y el enorme potencial de un parque pequeño pero en el que la vida sobresale en cada rincón del camino. Si nos adentramos en el parque de Doñana por cualquiera de sus senderos será fácil observar aves en todos el año, muchas residentes como flamencos, garzas diversas o moritos y otras que viene a pasar el invierno como los ansares reales o las grullas que ocasionalmente suelen ser vistas. Después muchas de ellas que para en el parque en su migración hacia África o en su regreso como las cigüeñas o los milanos. Creo que uno de los mejores lugares para observarlas sin cansarnos muchos son el sendero de la Rocina o el Puente de los Vaqueros.

Pero si contratamos algunas de las excursiones en el parque, que son ofrecidas por un par de empresas de la zona, la cosa se anima y dentro del parque podremos observar otros animales como jabalíes, corzos, ciervos, zorros y buscando con el guía alguna águila real, reina de los cielos españoles. Y quien sabe..., el lince ibérico, el mamífero más amenazado de nuestro territorio. Yo solo lo he visto una vez, pero os juro que fue algo increíble, un encuentro difícil de olvidar. Lo vi con una de estas empresas.

Pero la gran experiencia es coger la bici y seguir alguno de los intinerarios marcados, yo hago un par de veces al año desde Sevilla hasta el centro de Visitantes José Antonio Valverde y ahí, en la soledad de los caminos, cuando casi nadie está en las inmediaciones es cuando podemos observar la marisma en su gran vida, con bandos de flamencos de miles de individuos, con los corzos saltando entre las charcas y con las anátidas, espátulas, ibis y decenas de aves y animales más, en perfecta comunión con su medio. Sin duda una gran experiencia.