La grulla común migra todos los inviernos a las estepas ibéricas. No huye del frío, busca lugares donde almentarse. Regresará a finales del invierno a la gélida Europa para aparearse y traer descendencía, pero antes la veremos madrugar en las lagunas de Gallocanta y alzar el vuelo ruidosa depertando a las más dormilonas. Esos instantes merecen la pena ser vivido y diSfrutados. Es un espectáculo de la naturaleza.
La grulla común, tiene un cuerpo gris, pardo en el dorso; cara y garganta negras; y largas patas gruesas y oscuras. Los jóvenes tiene la cabeza de color marrón. Alcanza de un metro de longitud y una envergadura alar que puede alcanzar los dos metros. Durante la época de apareamiento se hacen muy visibles y escandalosas y es cuando mejor se puede apreciar ente la falta de dimorfismo sexual entre el macho y la hembra. En vuelo, suele agruparse en grandes grupos con forma de uve como se aprecia en el vídeo. No estan en peligro, es de preocupación menor, pero notan el cambio clímático ya que cada vez bajan menos ejemplares hacia el sur, se quedan en las zonas áridas de Aragón y Extremadura.
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