Este artículo es el primero de una série de entradas dedicadas a los cérvidos europeos.
Si paseamos por los bosques templados europeos, nos
encontramos indicios que nos hablan de la presencia de una criatura
perfectamente adaptada a la vida forestal. En el margen, en la orla de arbustos
que protege la floresta, las hojas tiernas del zarzal (Rubus sp.) están
mordisqueadas y sólo les queda el pecíolo. Ya en el interior del bosque,
algunos arbolillos se encuentran descortezados, como si les hubieran arrancado
la corteza con la punta de un estoque. Es posible, que si nuestro paseo tiene
lugar en el crepúsculo, oigamos un grito que puede recordar a un ladrido ronco:
aaooooooooooghh!!!!! Todo indica que en aquel bosque habita el corzo (Capreolus
capreolus).
El corzo es el cérvido europeo más pequeño. Su cuerpo, su
cornamenta, de pequeñas dimensiones son adaptaciones a la vida forestal. El
mayor desarrollo de los cuartos traseros en relación a los delanteros, le
permite saltar de forma prodigiosa. Quien ha observado la huida vertiginosa de
una corza y sus dos gemelos adolescentes esquivando árboles y obstáculos no lo
olvida.
Hemos tenido bonitas observaciones de corzos en nuestros
viajes naturalistas. Un espléndido macho de unos cuatro años, al que
observábamos puntual como un reloj en nuestras esperas loberas en La Culebra.
Tres hembras en medio del anaranjado, amarillo y ocre de los bosques de Bucegi
en Transilvania. Los gritos de alerta que lanzó un ejemplar, acosado por el
lince boreal que acabábamos de observar en otro parque nacional rumano, PiatraCraiului.
Hemos encontrado prosperas poblaciones de corzo en
territorios con buenas densidades de lobo (Canis lupus), su mayor depredador,
lo que indica el preciso equilibrio que se establece entre depredadores y
presas. Es un hecho constatado que la expansión del corzo que se viene
produciendo desde los años ochenta del siglo XX, ha sido paralela a del lobo
ibérico.
Durante el mes de agosto, los celos se entregan al celo, por
lo que los observamos en nuestras escapadas naturalistas por los espacios
salvajes que exploramos con Wildlife Spain.
No hay comentarios:
Publicar un comentario