He hablado varias veces de ese parque nacional keniata en mis blogs, sobre sus safaris, sus animales, los “big five” y las noche al raso escuchando rugir a los leones. Pero hay un safari en Maasai Mara que se suele hacer algunas tardes cuando ya los días se alargan en el “road”. Se suele ir a visitar a las familias masai del parque, por suerte, a mi me reciben como amigo ya que tengo la suerte de ir muchas veces. El proximo día 22 de agosto, hacemos un nuevo viaje y me gustaría contaros otra historia
Me siento con ellos en sus casa y me dejan tirar de la cámara fotográfica y disfruto con sus charlas amables y su historias de naturaleza. De cómo todavía a veces se enfrentan al león y como lo tienen prohibido. Son nobles, algo fanfarrones y, nos les quepa la menor duda, son auténticos “moranis”, guerreros de la sabana.
El pueblo masai lo componen unos 800.000 individuos repartidos entre Kenia y Tanzania, hablan una lengua denominada maa, aunque muchos de ellos entienden y hablan suajili. Los niños desde temprana edad son los pastores del ganado de sus mayores, las mujeres se encargan de la casa, de la comida, del agua, de la cocina, de hacer collares para vender a los turistas…, en fin que los hombres solo saben ser guerreros.
Pero lo que les quería comentar es que entre tanto animal y tanto paisaje, cuando te paras con ellos, te sientas y te dejas llevar por la creatividad, salen estampas como las que acompañan estas líneas; un bebe que te mira amarrado a las espaldas de su madre, mujeres que hace cola para danzar, niños que juegan con un globo y otros que tocan las palmas a la puerta de la escuela.
No se lo pierdan si van a Kenia, este safari es alucinante y bello.