El rio Neva se mece silencioso en la madrugada, el sol se ha puesto pero la luz no se va, son las noches blancas de San Petesburgo. Es la una y veinticinco de la mañana cuando el puente del Almirantazgo comienza a subir. La Catedral de San Isaac vigila al fondo celosa, los barcos de turistas se mecen, se alza finalmente victorioso y en la otra orilla el Ermitage saluda iluminado los barcos mercantes que entran uno tras otro buscando el Golfo de Finlandia, la noche se va marchando poco a poco y ya se ve el amanecer por la fortaleza con la espiga de Sal Pedro y San Pablo inhiesta y orgullosa...,Tchaikoski satisfecho levanta el violín y nos saluda.
Las fotos que acompañan a este vídeo las tenéis en este enlace y si queréis vivir con nosotros este mágico momento, volvemos el próximo 2 de agosto a disfrutar de las noches blancas de San Petesburgo de la mano de Ecowildlife Travel.
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