Regresamos del Parque Nacional de Kruger con la maleta llena de imágenes y recuerdos. Han sido tres días de emocionantes safaris y de una explosión continuada de alegría ante los momentos que se iban pasando delante de nuestras cámaras. El Kruger quizás sea el único parque del sur de África donde una tenga la verdadera oportunidad de ver a los cinco grandes en una sola jornada de safari y nosotros lo hacemos todos los años de la mano de
Ecowildlife Travel. Todos los parques y algunas reservas privadas lo prometen pero sin duda, la única forma de verlo es acercarse al Kruger. Nosotros hemos estado en la parte de Sabi Sabi.
Los safaris al amanecer, a parte de ver la belleza plástica de los cielos recién levantados, te dan la oportunidad de seguir las huellas frescas del leopardo y encontrarlo tendido al primer sol de la mañana después de una noche de cacería. Si no lo localizas te queda la tarde cuando el gato manchado se levanta para comenzar su febril noche de caza. Además en esta ocasión tuvimos la enorme suerte de verlo con una cría de 3 meses que jugueteó delante de la cámara un buen rato.
También de mañana veremos a otro grande, el búfalo ramonear en la hierba fresca en el sotobosque, en grandes manadas siempre vigilantes de la llegada de los predadores. El macho solitario impone con su enorme cornamenta y sus más de 1000 kilos de peso.
El rinoceronte es más esquivo, el negro se le ha de perseguir en el bosque. Tuvimos la suerte de encontrar un ejemplar que emprendió la huida nada más vernos. El blanco lo vimos varias vece comiendo brotes verdes en las lindes de las charcas. El negro es un animal peligroso a diferencia de su primo el rinoceronte blanco.
También pudimos fotografíar al más impresionante de los “big five”, “tembo” el elefante. Esta vez nos costo encontrarlo. Al elefante no le gusta la lluvia y la evita y a nosotros nos ha llovido todos los días. Se sube por las laderas de los escarpes y desaparece en el bosque. Recorrimos todos los escarpes del Kruger y del rancho donde nos alojábamos sin encontrar pistas, pero de nuevo la suerte y la magnificencia del parque, nos trajo al animal. Marchábamos cuando un gran macho se apostaba junto a la carretera.
Pero sin embargo el que más nos impresionó esta vez fuer el león. Nos topamos con una familia de nueve leones dirigidos por un gran macho que nos asaltó en la mañana húmeda. Los instantes quedaran para la retina, os dejó una foto del animal y os animo
a ver este enlace donde he colgado más fotografías de este exclusivo y único safari en Sabi Sabi.