Fossey con los gorilas en Uganda, Goodall con los chimpancés en Tanzania y Galdikas con los orangutanes en Borneo, fueron las grandes primatólogas del siglo XX y en homenaje a todos ellos y en concreto a Leakey, su mentor, se creo el centro de recuperación de orangutanes de Tanjung Puting. Birute Galdilkas estudió por muchos años a estos primates y contribuyó en la creación de este campo que hoy, en manos del gobierno, continua la labor de recuperar animales, tierras y bosqueS para que no tengamos que padecer el exterminio de esta especie de primate tan próxima a nosotros.
Durante 90 años y tres generaciones, la familia Leakey ha protagonizado, entre adulterios, peleas y extravagancias, algunos de los mayores descubrimientos antropológicos de la Historia. Ellos fijaron la cuna de la Humanidad en África. Y Louis Leakey que vivió sus últimos años reclutando jóvenes para su cruzada, fue quien recaudo los fondos para que las tres grandes mujeres comenzaran sus trabajos e incluso le dio tiempo a poner una cuarta, Jackman , en la investigación de los bonobos. A su muerte, el trabajo de Fossey y Goodall daba sus frutos, Galdikas comenzaba en su labor y no pudo enseñar a su maestro sus progresos.
Si algo podemos decir hoy del trabajo de Galdikas en Borneo, es que, tras su renuncia para el gobierno de Indonesia, el campo a veces, parece un circo más que un lugar de protección , pero es el precio que se ha de pagar para la salvación del gran mono asiático.
Goodall sigue su investigación a pesar de estar ya jubilada, Fossey murió a manos de los furtivos y Galdikas sigue recaudando dinero por todo el mundo para sus orangutanes. Un homenaje a todas ellas y a su trabajo y es por ello que volvemos a la jungla en Semana Santa, échale un ojo al enlace.
Durante 90 años y tres generaciones, la familia Leakey ha protagonizado, entre adulterios, peleas y extravagancias, algunos de los mayores descubrimientos antropológicos de la Historia. Ellos fijaron la cuna de la Humanidad en África. Y Louis Leakey que vivió sus últimos años reclutando jóvenes para su cruzada, fue quien recaudo los fondos para que las tres grandes mujeres comenzaran sus trabajos e incluso le dio tiempo a poner una cuarta, Jackman , en la investigación de los bonobos. A su muerte, el trabajo de Fossey y Goodall daba sus frutos, Galdikas comenzaba en su labor y no pudo enseñar a su maestro sus progresos.
Si algo podemos decir hoy del trabajo de Galdikas en Borneo, es que, tras su renuncia para el gobierno de Indonesia, el campo a veces, parece un circo más que un lugar de protección , pero es el precio que se ha de pagar para la salvación del gran mono asiático.
Goodall sigue su investigación a pesar de estar ya jubilada, Fossey murió a manos de los furtivos y Galdikas sigue recaudando dinero por todo el mundo para sus orangutanes. Un homenaje a todas ellas y a su trabajo y es por ello que volvemos a la jungla en Semana Santa, échale un ojo al enlace.